El Día de los Muertos, una de las fiestas más significativas de México desde el punto de vista cultural, es una emotiva celebración en la que los vivos honran la memoria de los que les precedieron. El ritual de compartir el mezcal juega un papel fundamental en su celebración, siempre un poco vertido en el suelo para honrar a los Ancestros y a la Madre Tierra que nos dio el agave.
Este mezcal artesanal especial se elabora con maguey (agave) Espadín, tostado tradicionalmente bajo tierra, fermentado de forma natural y destilado dos veces en pequeños alambiques de cobre alimentados con madera. Presenta una nariz de frutas tropicales y especias cálidas, un paladar cremoso con notas florales, hierbas verdes y chiles poblanos, y termina con un final largo y complejo.