Apicultura en Rancho Las Milpas:
El equipo apícola de Del Maguey continuó su trabajo este año en Rancho Las Milpas. La perspectiva de la apicultura ha sido recibida con calidez por nuestro productor asociado y su familia. Don Anastasio, maestro mezcalero de Del Maguey, y sus tres hijos, Rigoberto, Abel y Pedro, son participantes activos en el proyecto.
El interés de la familia se ha despertado y es una herramienta de enseñanza maravillosa. Han llegado a comprender mejor el importante papel que las abejas desempeñan en el mantenimiento de un ecosistema saludable entre las plantas en flor de la región.
Capturando a las colmenas
Aunque existen métodos comerciales para cultivar colonias de abejas, nuestro equipo, liderado por la Maestra Apicultora Elvia Del Refugio Vásquez Salvidar y José Mendoza Martínez, está acostumbrado a rescatar colmenas que representan peligro o temor en entornos urbanos.
Las abejas son criaturas diurnas y cada noche, todas las abejas exploradoras y zánganos regresan a su colmena alrededor del atardecer. Para no molestarlas, cuando se mueven deben ser transportadas de noche o temprano por la mañana, antes de la salida del sol.
Para una familia a la que nuestro programa ayudó, los riesgos eran reales al ser picados sin el equipo adecuado. De hecho, su perro había sido asesinado meses antes por acercarse demasiado y no tener suficiente espacio en el pequeño patio para escapar de la defensa de las abejas hacia su hogar.
Un momento de aprendizaje
En el Rancho Las Milpas, Don Anastasio identificó una colonia que vivía en un roble cercano. Este intento de captura de la colmena presentó un importante momento de aprendizaje.
En lugar de derribar este roble para acceder a la colonia, Elvia y José aconsejaron que el árbol resultaría herido pero no moriría si se expusiera una sección de su tronco para localizar la colonia.
Este proceso puede llevar días o semanas, dependiendo de cuán hábilmente se realice la transferencia, y de que la reina y su núcleo no se asusten y formen una nueva colonia.
Mientras las tres generaciones de mezcaleros observaban y participaban a la luz de las linternas frontales, Rigoberto, el mayor, manejaba habilidosamente una motosierra y abría una sección del árbol. La vibración y agitación de la colonia se podían sentir. A medida que enjambreaban furiosamente, protegiendo a su reina y miel, el equipo de protección que todos llevaban mantenía a raya a las abejas.
La semana siguiente, regresamos y realizamos una cirugía menor en el tronco del árbol. Se decidió que la reina vivía con su núcleo más abajo en el tronco. Fue una decisión fácil dejar al árbol y la colonia en paz, para que podamos regresar en nuestras visitas programadas y revisar cómo está prosperando la colonia.
A través de este proceso, Elvia pudo explicarle a Juan Uriel, el hijo mayor de Rigoberto, la anatomía de una colmena de abejas silvestres, mientras se recolectaban alrededor de cinco paneles de panal goteando miel, visto por todos como una bendición.