La diversidad biológica es crucial para un futuro exitoso de las especies de agave. Hay dos formas diferentes en que el agave puede reproducirse. La primera es a través de hijuelos, o brotes clonales, que resultan en plantas que son genéticamente equivalentes a la planta madre. Un agave puede producir múltiples hijuelos cada año. El segundo método es a través de una floración, o quiote. Los agaves utilizados en la producción de mezcal son semelparos, lo que significa que florecen solo una vez durante su ciclo de vida y luego mueren. El agave utiliza todos los carbohidratos que ha acumulado a lo largo de su vida para florecer, por lo tanto, lo hace inutilizable para la producción de mezcal. Aunque muchas especies de agave pueden reproducirse mediante ambos métodos, varias, como A.Cupreata, solo pueden reproducirse mediante las semillas que resultan del quiote. Las flores del agave se abren por la noche y el polen solo es efectivo durante unas pocas horas, por lo que los principales polinizadores del agave son murciélagos nectarívoros, es decir, que se alimentan de néctar.
Al considerar la importancia de la diversidad genética en el mundo del agave, no necesitamos mirar más allá del ejemplo del Tequila. Durante generaciones, la industria del Tequila ha estado utilizando exclusivamente hijuelos para la reproducción, de modo que cada agave plantado pueda ser utilizado en la producción de Tequila. Con cada generación sucesiva, la diversidad genética del Tequilana Weber Azul ha disminuido, dejando las plantas más susceptibles a enfermedades y plagas debido a la falta de defensas naturales. Las infestaciones de plagas como el picudo se han vuelto cada vez más comunes, lo que ha resultado en escasez de agave, aumentos en el costo del agave y, en última instancia, precios más altos para el consumidor. Además, las regiones productoras de Tequila se quedaron prácticamente sin murciélagos nectarívoros debido a la falta de la principal fuente de alimento de los murciélagos.
Ingresa el Batman de México, el Dr. Rodrigo Medellín. El Dr. Medellín se ha asociado con el Tequila Interchange Project para estudiar la relación entre las prácticas agrícolas de agave y las poblaciones de murciélagos. Reconociendo que existen beneficios mutuos para la biodiversidad del agave y las poblaciones de murciélagos, el Dr. Medellín y sus estudiantes han comenzado un programa piloto para reconocer a los productores de destilados de agave que permiten que el 3-5% de su agave se reproduzca a través del quiote. El programa piloto está en sus primeras etapas, ya que el Dr. Medellín y sus estudiantes están trabajando para crear el estudio científico exhaustivo necesario para crear las pautas para el reconocimiento “amigable con los murciélagos”. Cuando el programa se lance oficialmente, inicialmente se enfocará en las regiones productoras de Tequila, ya que es donde se ha producido el mayor daño a la biodiversidad, sin embargo, el objetivo es expandirse en los próximos años a las regiones de la DO del Mezcal para fomentar y reconocer la continuación de las prácticas agrícolas tradicionales de esas regiones.
Las vistas desde los palenques de Del Maguey siempre han estado y seguirán estando llenas de altos quiotes. A través de las prácticas agrícolas tradicionales de sus antepasados, los productores de Del Maguey están promoviendo un futuro saludable tanto para el agave como para la categoría del Mezcal. La diversidad biológica es clave para enfrentar crecientes preocupaciones ambientales como el cambio climático. Al respetar el ciclo de vida completo del agave, incluido el crecimiento de la inflorescencia, nuestros productores permiten que las plantas desarrollen resistencias naturales y perpetúen naturalmente las características más adecuadas para un entorno cambiante. Esta diversificación, combinada con otros aspectos de la agricultura tradicional como la milpa y la quema controlada, temas que discutiremos en futuras publicaciones, refuerza el conocimiento insustituible de la rica herencia agrícola indígena de Oaxaca.