Mezcalita de tamarindo: una bebida ácida con raíces profundas

mezcalita de tamarindo

Una mezcalita de tamarindo combina las notas ácidas y dulces del tamarindo con el carácter ahumado y terroso del mezcal. El resultado es una bebida de mezcal con tamarindo vibrante y compleja que equilibra acidez cítrica, dulzor suave y un final de agave persistente.

Esta receta es ideal para amantes de los sabores mexicanos modernos con raíces artesanales. Encontrarás variaciones fáciles —mezcalita de tamarindo picante, Highball (Spritz) y mezcalita de tamarindo congelada— para cubrir todos los antojos. En la cocina mexicana, el tamarindo aparece en aguas frescas, dulces y salsas saladas; por eso es un aliado natural del tamarindo + mezcal en coctelería. 

En Del Maguey, las recetas buscan resaltar la procedencia y la artesanía del destilado. Esta preparación sigue esa filosofía: ingredientes frescos, método sencillo y un perfil mezcal tamarindo nítido.

Ingredientes para la mezcalita de tamarindo 

Para 1 cóctel:

  • 60 ml de Del Maguey Vida Clásico
  • 30 ml de pasta o jarabe de tamarindo (a gusto)
  • 20 ml de jugo de limón fresco
  • 10 ml de néctar de agave (ajustar al gusto)
  • Opcional (nota clásica a naranja): 15–22 ml de triple sec/Cointreau
  • Sal de gusano para escarchar, hielo y gajo de limón (decorar)

¿Por qué sal de gusano? Este básico oaxaqueño —sal de mar con gusanos de agave tostados y chile— aporta umami y un picor terroso que potencia los cítricos y el agave. Más auténtico que una sal con chile genérica para tu coctel de mezcal con tamarindo.

Pasos: cómo hacer mezcalita de tamarindo

  1. Escarcha el vaso: Pasa un gajo de limón por el borde de un vaso corto y sumérgelo en sal de gusano.

  2. Agita: En una coctelera, añade mezcal, tamarindo, jugo de limón, agave y, si quieres, triple sec/Cointreau. Llena con hielo denso y agita 10–12 segundos para enfriar, airear e integrar.

  3. Cuela: Haz doble colado sobre hielo nuevo para una textura más sedosa.

  4. Ajusta:

    • ¿Muy ácido? Añade unas gotas de agave.
    • ¿Muy espeso? Da un par de sacudidas con un cubo extra de hielo para ajustar la dilución sin diluir el sabor.

Este enfoque de calibrar sobre la marcha define nuestra mezcalita de tamarindo receta: balance y claridad con el mezcal como protagonista.

Jarabe de tamarindo: desde concentrado o pasta

Si usas concentrado: Dilúyelo 2:1 (agua:concentrado) hasta lograr un jarabe fluido y listo para coctelería. Prueba y, si hace falta, equilibra con un chorrito de agave para redondear acidez y dulzor.

Si usas pasta: Mezcla 1 parte de pasta de tamarindo con 2 partes de agua caliente hasta integrar; cuela para retirar fibras y semillas. Incorpora 1 parte de azúcar (por volumen) hasta disolver y deja enfriar. Para más cuerpo, usa 1.5:1 (azúcar:líquido). En refrigeración, el jarabe se conserva 1–2 semanas.

Bonus: El jarabe funciona también en ponches, limonadas/aguas frescas e incluso como glaseado BBQ ligero: más señales de relevancia alrededor de mezcal con tamarindo receta y usos reales.

Consejos para la mejor mezcalita de tamarindo

Usa hielo denso y muy frío para controlar la dilución. El tamarindo aporta cuerpo; una ligera dilución abre sabores, pero demasiada apaga el ahumado del mezcal.

Realiza doble colado fino para eliminar pulpa y lograr un trago satinado, especialmente útil cuando el tamarindo es espeso y deja residuos.

En cristalería, el Old Fashioned con hielo da un perfil más refrescante; en copa coupe, “up”, tendrás una lectura más esbelta, tipo mezcalita tamarindo al estilo margarita.

Para el escarchado, mezcla sal de gusano + sal de mar fina: aporta un borde sabroso y picante que intensifica los cítricos y resalta las notas de agave tostado.

Mezcal picks:

mezcalita de tamarindo

Variaciones: de mezcalita de tamarindo picante a congelada

Al modular picor, textura, dilución y largo del trago —manteniendo el equilibrio base de tamarindo mezcal (cítrico, dulzor suave y final limpio)— puedes pasar de estilos intensos a opciones más refrescantes y sabrosos. Incluimos una versión sin alcohol que replica la arquitectura de sabor. Si prefieres algo más clásico, siempre puedes consultar nuestra receta de Mezcal Margarita

Mezcalita de tamarindo picante

Machaca 2–3 rodajas finas de jalapeño o serrano en la coctelera, o infusiona tu agave con ancho o chipotle para un picor redondo. Resultado: un coctel de mezcal con tamarindo audaz, con señal clara de “heat”.

Mezcal picks:
Prefiere Vida Clásico para estructura o Vida de Muertos si buscas más empuje y humo sin que el chile opaque el agave.

Highball de tamarindo con mezcal (Spritz)

¿Prefieres un trago más largo y ligero? Móntalo sobre hielo fresco en vaso alto y corona con agua mineral (o refresco de toronja). Las burbujas alargan el trago y realzan el tamarindo; el mezcal sostiene una base sabrosa y sutil.

Mezcal picks: 

Del Maguey Vida Puebla se lee nítido y refrescante en tragos altos y burbujeantes; las burbujas y el cítrico levantan el tamarindo sin exceso de humo.

Termina con escarchado ligero de sal de gusano o una cáscara de toronja para aroma sin añadir peso.

Mezcalita de tamarindo congelada

Licúa la base con ~1 taza de hielo triturado hasta textura de frappé. El frío atenúa dulzor y aroma, así que sube levemente el endulzante para mantener a raya la acidez del tamarindo y el cítrico sin tapar el humo del mezcal. 

Mantén el escarchado de sal de gusano y decora con gajo de limón. Ideal para quienes buscan mezcalitas de tamarindo veraniegas.

Mezcal picks: 

En bebidas congeladas, Vida Clásico conserva vivas las notas de mezcal con tamarindo; en tragos altos, Vida Puebla sigue siendo la opción ideal.

Ya sea que lo disfrutes picante, congelado o servido como un refrescante spritz, el cóctel de tamarindo con mezcal logra el equilibrio ideal entre lo ácido y ahumado. Sus profundas notas terrosas y su acidez vibrante celebran la esencia tanto del tamarindo como del mezcal: dos ingredientes arraigados en la tradición y el sabor intenso. 

La próxima vez que te apetezca una bebida que realmente resalte, prepara una margarita de tamarindo con mezcal y deja que su sabor rico y complejo te transporte al corazón de Oaxaca.